El Real Zaragoza empató a nada contra un Mirandés correoso. La segunda jornada llegaba con la necesidad de lograr
la primera victoria de la temporada para no descolgarse desde un primer momento
de la parte noble de la clasificación y, de paso, convertir el estadio
municipal en un fortín. Con una Romareda casi vacía, apenas 8.000
espectadores, comenzó el partido.
En los primeros 20 minutos el Zaragoza cogió el timón del
partido. Corrían los compases iniciales y
Montañés dispuso de la primera ocasión clara tras una cabalgada en solitario.
Dos minutos después forzó una amarilla de Koikili,
poniéndole en aviso de sus capacidades, muy superiores a la media de la
categoría. A pesar de que el conjunto dirigido por Gonzalo Arconada saltó al
campo con descaro, los de Herrera pronto lograron que los jugadores del
Mirandés retrocedieran algunos metros. El balón quemaba en las botas de los
burgaleses.
Después de Montañés tomó el relevo en las acciones hacia la portería del
Mirandés Víctor Rodríguez y, tras varios intentos, superada la media
hora de juego, a pesar de quedarse casi sin ángulo tras una salida en falso del portero del Mirandés, buscó el hueco y lo encontró pero el defensor Corral sacó el
balón sobre la línea con la mano, en una acción muy protestada por los zaragozanos. Nos volvieron a robar, como en Alicante con aquel fuera de juego que no fue y que habría significado el 1-0.
Pero es lo que tiene estar en segunda división, que tanto los rivales como los árbitros y asistentes son de segundo nivel. De todas formas, el Real Zaragoza no mereció ganar ni por juego ni por ocasiones. Si bien es cierto que dispusimos de más que el Mirandés, no creo que sea suficiente para ganar de forma merecida.
Acabó la primera parte y los jugadores se fueron a los vestuarios, tras la charla de Paco Herrera el conjunto blanquillo salió al campo. Paco hizo un cambio retiró a Cidoncha y entró Barkero. Cidoncha estuvo desaparecido durante la primera parte. Diez minutos más tarde sería Movilla el que ingresaría en el rectángulo en detrimento de Luis García. Con él y José Mari en el doble pivote y una línea de tres por delante, el equipo pareció carburar y Álvaro, incorporado a tareas ofensivas, a punto estuvo de batir a Prieto, que sacó una mano salvadora.
Pero fue un falso espejismo. Poco a poco se perdió la posesión y las ocasiones escasearon... Tras alguna ocasión de ambos equipos se llegó a los últimos 15 minutos. Un desatinado Roger dejó su sitio a Ortí, que la tuvo a falta de dos minutos. El canterano se precipitó y la manopla de Prieto hizo el resto. Ese fue, prácticamente, el punto final al encuentro. Y fin. El Real Zaragoza no cumplió con su deber, los aficionados nos fuimos resentidos mientras veíamos como la afición rojilla animaba y aplaudía a sus jugadores. Afición que no paró de animar en todo el encuentro.
Rueda de prensa post-partido de Paco Herrera
Rueda de prensa tras el entreno del domingo de José Mari
Ficha técnica del partido:
0 - Real Zaragoza: Leo Franco, Fernández, Paredes, Álvaro, Abraham, José Mari, Cidoncha (Barkero, min. 45), Luis García (Movilla, min. 55), Montañés, Víctor y Roger (Ortí, min 77).
0 - CD Mirandés: Prieto, Flaño, César Caneda, Corral, Koikili, Nagore (Lucena, min. 61), Iván, Iriome (Juan Muñiz, min. 69), Mujika, Ruiz de Galarreta (Martínez, min 80) y Díaz de Cerio.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (comité vasco). Amonestó por el Real Zaragoza a Álvaro (min. 30) y Paredes (min. 61). Por el Mirandés a Koikili (min. 5), Ruiz de Galarreta (min. 38), Iriome (min. 45), Nagore (min. 58), Díaz de Cerio (min. 63), Corral (min. 70) y Prieto (min. 87).